domingo, 7 de octubre de 2012

Ceniza



Escupe en tu fragua
mi último aliento,
mecido bajo tu piel;
mima con mi amor
tu punzante arrogancia
entre el fuego fulminante
de estos tus ojos fieros,
sigo siendo ceniza
en tu bracero de celos,
la putrefacta rama
que floreo tus deseos
de amor perpetuo;
en ese nuestro tiempo
manchado de ayer,
besé tus ojos
luceros de mi noche,
crecí lento al placer
acariciando torpe
tu tibio cuerpo,
disparando latidos
pintados con ayer
de tu amor prisionero.