viernes, 24 de abril de 2015

Pasos


Cuando la soledad nutre mi canto,
Mis ojos silentes y adormilados,
Llevan a lo profundo de mi mente
Imágenes inexistentes de tu presencia;
Como consuelo tibio en la fría mañana,
Como tomar el fresco desde la estancia
Mientras recibo desde lo alto
Los suaves trazos luminosos del ocaso
Que anuncia desde ya el final del día,
Cuando la noche con su oscuro manto
Llega negra y oscura cual despedida.
Quedan atrás diluidas pinceladas solares
Con sus purpúreos matices de nostalgia;
La tarde se despide llevándose mi gracia
Dando paso a la certeza de tu ausencia,
Ausencia que ahoga todo en mi pecho;
Aliento, corazón, vida y encanto
Dejando en mí ser tan gran vacío
Que ni todos los mares podrán llenarlo.
Tú con tus risas llenas todo mi espacio
Tú y tus dulces caprichos me consuelan
Pues sin ellos la vida solo es lugar sin rumbo
Y con ellos yo trazo lento mi surco
Y aunque nadie comprenda todos mis pasos
Estos pasos son firmes si estás conmigo.

lunes, 13 de abril de 2015

Aprendo






Necesito aprender de ti
tu piel, tus cabellos,
tus ojos, tus manías,
tus caprichos, tus miedos,
tus grandes fortalezas
muy cerca de mi vida,
rodeando las flaquezas
de tu pueblo pequeñito.
Contagioso romance
invitando a mi mente
a convencer mi cuerpo
de este tu amor ardiente
paraíso inesperado
ante el pecado ameno,
escotoma centellante
de tu cuerpo viviente.
Reina de lo increíble
inexperta y pura,
purificas cual espuma
esta cuerda locura,
de tu cuerpo de nardo
en las manos esclavas
de mi mediocre máscara
cubierta con tus besos.
Promesa de tus labios,
sustituyes al hombre
por el deseo radiante
que apaga el Santo enojo,
fantasía interesante;
bella flor entre espinas,
en mi lecho esta noche
gusté de tus placeres
entre tus pechos tibios.
Oculto mi vergüenza
por ese amor tan mío;
intimo clamo al cielo
déjame prender su figura
como lazo al cabello,
lento suplicio terso
de los coros angélicos:
¡Gloria a Dios por tu cuerpo!
Y mi sangre en el mundo
solo era polvo inerte;
atasco en mis arterias
matando mi existencia
hasta que llegas tú;
luz bella para mis ojos,
aspirina de vida
en este amargo rostro.
Más allá de lo visible
cual espíritus gemelos
disparando a lo alto,
llega como los faros
tu luz entre las sombras
cruzando mi alma ciega
con la intensa fidelidad
de este amor inherente.