Ceniza

Escupe en tu fragua
mi último aliento,
mecido bajo tu piel;
mima con mi amor
tu punzante arrogancia
entre el fuego fulminante
de estos tus ojos fieros,
sigo siendo ceniza
en tu bracero de celos,
la putrefacta rama
que floreo tus deseos
de amor perpetuo;
en ese nuestro tiempo
manchado de ayer,
besé tus ojos
luceros de mi noche,
crecí lento al placer
acariciando torpe
tu tibio cuerpo,
disparando latidos
pintados con ayer
de tu amor prisionero.

Deseo

Viene sin pretender
ser tuyo cada noche,
te amo sin depender
de tu cuerpo sutil
caricia de mis ojos;
yo junto a ti de pie,
tenso tus cuerdas
entre mis traspiés
torpes de amor,
éxtasis y lujuria.

Encamino mi lengua
golosa en tu vientre;
dulce placer punzante
encarnando mis vicios
frívolos y mezquinos;
se quiebra mi razón
por el suave capricho
tatuado en tu piel,
desesperado regalo
que da tu desnudez,
fuego incandescente
devorando tus labios
siento tibia mi lengua
atrapada sumisa
saboreando miel
en tu boca ardiente.

Eres sueños robados,
mi medicina natural
de países felices;
magia es tu piel
de sol naciente,
dulce mezcla
de vainilla, pasión
y otras hierbas.

Estrella del Paraíso

Abrace tus te quiero

de distancia multimedia,
entre retoños nuevos
de viento y de caudal
posesiva fragancia
festiva y huidiza;
eres tu vivo latido,
derroche de amor,
gracia misteriosa,
cruzado incandescente
las sendas de mi vida.

Comprendo que la noche
ha perdido una estrella
caída desde el paraíso
en un rincón de mi alma;
para darme alegrías,
con la caricia suave
de tu voz tibiecita,
bendita melodía venida
de tu paz y tu risa;
caminas en mi senda
regalando tus dichas,
mis bellas compañeras
en esta vida marchita.

Eres tú la delicia
que reconforta el duelo;
eres tu mi pecado
tocando su cencerro,
dulce gota de amor
en el duro tormento
de este mundo maltrecho
que transforma mi dolores
en tus copas de vino
dulce néctar de Eros
que vuelve tu ojos
mi deseo y locura.

Apacienta mi ser
con tus dulces cariños,
vestigios del amor,
escondido en tu alma
desnudez de tu cuerpo
sensual y apasionado
de deseos compartidos
entre mudos encuentros
que desgarran la piel
sin siquiera tocarnos.
Causa de mi sonrisa,
motivo de mis silencios
déjame ser la piel
que vestirá tu cuerpo.

Dulce Presencia

Miel en mi alma
dulce deleite,
eres todo para mí;
siento en tu mano
tu amor más fino
toma mi vida
que es para ti.

Hoy es mi sendero,
mi lento camino
quien siente tus pasos;
profundo sollozo
consumes mi aliento
cuando tú me amas.

Hoy en mi sendero,
rompes mi dolor
con tu fuerte diestra,
suave es tu consuelo
cual tenue caricia
razón de mi amor.

Eres Tú presencia,
elixir de vida,
bálsamo de amor;
susurra con tu voz:
contigo yo estoy;
mírame mi amado
para que tú brilles.

Dulce y cristalino
es el momento
cuando iluminas,
renuevas, purificas,
cual limpio manantial;
lo profundo de mi ser
para que yo te siga.

Cantaré de alegría
rodeado de tu presencia,
Dulce Jesús que sanas
con tu amor mis heridas.

Hombre Roto

Vuelo al cielo con las alas rotas
a ti ángel puro celestial presencia,
firmes mis brazos al mundo hiriente
desdén eterno entre dolor perpetuo
estancia verde paz y quietud
en la plegaria amarga del sufrimiento
tus manos son amparo presente
halago del dios amargo
te busco en todas partes;
abre tu labios tersos
y dime por favor en este tu silencio
¿Donde sanarás al hombre roto?
Cuando al morir el día de luces negras
vivas en esta noche nuestra
festejando aquelarres.

Brillo en tu calma

Princesita castaña
de risas y de juegos
tu calma es ahora
el deseo de mi piel,
él te quiero sincero
en medio de tus manos
sedación de mi cuerpo.

Apelo a este mundo
que escucha mis sollozos
que lleve mis palabras
susurradas discretas
en los días de ausencia;
dile mundo silencioso
que espero sus mieles
como un remanso,
donde sacie mi sed
en las tardes de marzo
para abrir de par en par
sus muslos tan deseados.

Brille entonces tu calma
en esta noche oscura,
entregado a tu cuerpo
entre ardor y locura
para abrevar pasiones
exudadas en tu pulpa;
tersa como el abrigo
de la dulce mañana;
que describe tu piel
bella y acaramelada.

Sello de los deseos
cedidos en tu alma,
cobijo de la mía;
puja certero y lento
el latido acompasado
de este mi corazón
en paz y acurrucado
en esta tu tibieza
vasalla de pasiones;
en el templado
y cálido rinconcito
de amores confortados;
seguro permanezco
con tu candente abrigo.

Ausencia

Siempre late tu deseo,

descrito en la parábola
susurrada a tus oídos
en estas noches claras
luna tibia en tus labios.

Tú la dueña de mi boca;
yo atado a tus cabellos.
Tú eres sonrisa hermosa,
yo gendarme de tu sueño
de placebo y penitencia.

Me regalas la vida;
distancia, movimiento,
me poseé tu alma
atrapado en el tiempo,
frívolo cepo terso.

Eres vivido encuentro,
sin la infame agonía
del duro desacuerdo;
destructor de alegrías
cuando late el deseo

Soy ausencia de vida
que desgaja temores
en el pan de justicia,
cuando masco dolores
tuyos mi amor profano.

Luna de amor marchito;
eres savia fluorescente
de mi memoria libre.
¡Y elijes dulce ambrosía
ser amor desgastado!

Polvo de estrellas

Enamoras con tu mirada
con tus besos, tus caricias,
tus halagos, tus sonrisas,
tus sandalias ajustadas,
tus temibles bofetadas.
Con el celo de tu cuerpo
amándome cada tarde
entre lirios y hierberas
mariposas y azucenas,
fragancia de mil amores
de exuberantes colores;
en tu boca mi capricho,
en tu cuerpo mi señal.
Adelantos tibios de cielo
esperando en tus ojos  
dulce polvo de estrellas;
ojos que miran sin mirar
trazan surcos perpetuos;
desde donde tu presencia
se vuelve indispensable,
desde donde tu presencia
ahora es luz celestial.

Segundo de vida

Corazón esquivo;
toca sublime mi alma
en tu pecho ausente
cubierto de besos,
sacia mi desaliento
con amor incierto
latente en mi cuerpo.

Soy segundo de vida
nacido en tus labios.
¡Perpetua felicidad!
En noche de sueños
estreno el fuego
vivaz de tu aliento.

Sonrisa regalona
felicidad eterna,
purificas mis ojos
con ese tu fulgor
de amor profano.

Tú pensamiento, mi sueño

Hoy se hecho la quimera
las palabras brotan como destello,
Elegí desnudar tu alma, tu mente, tus ideas,
hacer tus pensamientos posesión de los míos
respirando tus sueños, en gimoteos lascivos,
y procedo cauteloso;
¡hago tu realidad en mis manos!
dibujo un futuro cabalístico
lúdico, sujetado de caricias reprimidas
desde las clara oscuridad de las sombras
confluencia de besuqueos, mimos, delicadezas,
que detienen el tiempo para la vida plena
despierta entre murmullos extenuados,
masticados por latidos prisioneros de Eros
con la sabia que ingesta el paraje prohibido
reposo de mi carne adherida a tus huesos
por el tenue arrumaco que desintegra el hierro;
livianas permanecen nuestras cargas,
cuando el brasero consume todo nuestro fuego;
luego destella en mi iris
el mármol desnudo de tu cuerpo
figura calipigia que descansa en mi pecho,
candida, mística, trepidante;
espejismo hecho vida en mis sentidos
sublime anhelo puesto por el creador,
mi precioso deleite manifiesto de amor.

Mirar Clarito

Vine a mirar clarito
con tus ojos de espejo,
antes que tú amanezcas
en las noches de luna;
a las nuevas locuras
de caricias amantes,
florecidas despacio
en ti tierra prometida.

Vine a mirar clarito
palmo a palmo tu piel,
la alegría que regalas
en esta luz bendita
que destila tu cuerpo
desnuda y en el lecho;
celestino guardián
de nuestros cuerpos.

Dibujarán mis manos
mágicas ataduras
aferradas a tu alma
en las noches de luna,
de caricias amantes
descritas en mis dedos;
alegría que regalas
para mirar clarito.