lleve tus sueños
dentro de un sueño
placentero y no nato
cuando la lluvia caiga
rompiendo espejos.
Acercate a mi alma,
vierte tu esquivez
tropezando hiel,
llora en mi corazón
haciendo tu dilema
mi intima solución,
traspasa entonces
Oh Ángel de gracia
la daga paulatina
rasguñando mi dolor.
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