¿Adivina cuándo y dónde te estoy pensando?
trazaré unas líneas diluyentes de tus dudas:
el lugar involucra a mi lengua, mi cama
y a ti semidesnuda entre mis manos sucias
despertando esperanza en la noche de luna.
Tú cual brillo de luna iluminas mi alcoba,
mis ojos, mi mente y hasta mi alma,
en un abrazo tibio de madrugada
como la tibia taza de caricias amantes,
derramando dulzura por tus rincones.
Y tiemblo como la luna brilla sobre las olas,
pasión, amor, misterio son mis compañeros,
precioso yacimiento de tus carnales besos;
Saltando cual los gatos sobre la nata blanca,
bello cuerpo celeste de exaltante fragancia.
Y tú eres flor de asares, pasión, caricias,
sensual y volátil movimiento salvaje;
que alboroza mi carne con sus sutiles vuelos
y mi alma viaja al cielo como la luna blanca,
como esa luna blanca brillas grata manceba.
Bajo la luna alba amas, cantas y bailas,
al son desenfrenado de los locos amantes
Cual hija de Nereo besas mi alma
y como el mar en la playa marcas mi piel,
con onduladas estrías de lascivas caricias.
Lento acaba la noche y despierto del sueño
que amortajo el anhelo de tantos días,
dulce néctar de dioses alimenta mi vida,
sigue siendo inspiración divina y exuberante,
en tú eterna lejanía de encuentros etéreos.
Princesita de barro y de nácar de mar,
no dejes que la noche de nuestra lejanía
haga olvidar la dicha de nuestras almas;
porque cuando la aurora nos ilumine,
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